Cómo tratar la blefaritis

Blefaritis. Por qué se produce y cómo debes tratarla

La blefaritis ocular es una enfermedad habitualmente crónica que se localiza en los párpados. Aunque es mucho más frecuente que aparezca en mayores de 50 años, muchas personas tienen blefaritis crónica y ni siquiera lo saben. Por suerte, es un problema que se puede tener bajo control hasta el punto de reducir las crisis a cero con un tratamiento especializado para blefaritis. Gracias a los consejos que te damos a continuación podrás reconocer los síntomas y actuar cuánto antes para evitar que vaya a mayores.

Qué es la blefaritis

La blefaritis es la inflamación o infección de los párpados y que habitualmente se reconoce por el enrojecimiento o descamación de los propios párpados (similar a la caspa en el cuero cabelludo). Para que entiendas mejor qué es blefaritis vamos a darte unas nociones básicas sobre la piel de nuestros ojos.

Para empezar, blefaro– es un prefijo que viene del latín y que significa precisamente párpado. De ahí que todas las afecciones que comiencen así, sean enfermedades propias de los párpados. En la piel de nuestros ojos, justo en el borde del párpado, hay unas glándulas sebáceas que se encargan, entre otras cosas, de la hidratación del ojo. A veces, se produce una disfunción de las glándulas y comienzan a producir grasa en exceso. Está muy localizada, pero no deja de ser una enfermedad de la piel, de ahí que en personas con problemas de dermatitis también sea más frecuente la aparición de blefaritis.

Tipos de blefaritis

Hay diferentes tipos de blefaritis según la ubicación exacta del problema.

  • Blefaritis anterior: afecta principalmente a la base de las pestañas.
  • Blefaritis posterior: afecta a la parte interior del párpado, la que está en contacto directo con el ojo. También se llama blefaritis meibomiana, ya que son las glándulas de meibomio las que se ven afectadas.

Ambas están relacionadas y pueden producirse simultáneamente, ya que el exceso de grasa hace que proliferen bacterias en la piel y éstas pueden pasar a desequilibrar las glándulas del resto del párpado.

Cómo saber si tienes blefaritis

Las causas de blefaritis pueden ser muy variadas. Entre otras situaciones, se dan casos especiales de blefaritis en personas con dermatitis seborreica (blefaritis seborreica). También afectan otras situaciones que puede provocar crisis, como en la blefaritis por estrés. Otra causa muy habitual de la blefaritis es la falta de higiene ocular.

Gráfico de diferencias entre la conjuntivitis y la blefaritis

Blefaritis y sus síntomas

Hay varios indicativos que pueden ayudarnos a detectar esta afección, pero los síntomas de la blefaritis más comunes son:

  • Enrojecimiento ocular: habitualmente en el borde del párpado. Es el síntoma más fácil de detectar por nosotros mismos, aunque puede confundirse con la conjuntivitis. En la imagen te indicamos algunas pautas para diferenciarlo.
  • Picor de ojos: de nuevo es otro síntoma que puede llevar a pensar que tenemos conjuntivitis y que también es necesario diferenciar del ojo seco. En caso de que este sea tu único síntoma, lo mejor es consultar con un especialista para que descarte identifique mejor la afección.
  • Lagrimeo constante: ocurre con más frecuencia en épocas de frío.
  • Sensación de párpados pesados: sobre todo al final del día.
  • Si llevamos un tiempo con blefaritis, puede derivar en complicaciones como orzuelos o chalaciones. También te decimos cómo tratar los orzuelos en este artículo.

Por supuesto, quién debe diagnosticar finalmente qué les ocurre a nuestros ojos es nuestro médico de confianza, que podría derivarnos al dermatólogo/a u oftalmólogo/a según lo que detecte. Pero cuanto antes detectemos los síntomas, antes acudiremos al especialista y más rápido podremos tenerla bajo control.

Tratamiento de la blefaritis

Hay que aclarar que no existe ningún tratamiento que cure la blefaritis como tal, sino que los tratamientos nos ayudan a controlar los brotes, y para esto hay que ser muy constantes con la higiene. Hay algunas cosas que nos pueden ayudar a aliviar los síntomas, una vez tengamos claro el diagnóstico, mientras esperamos la cita con nuestro doctor/a.

  • Podemos aplicar agua tibia con un hisopo de algodón en la base de las pestañas. Esto nos ayudará a retirar las escamas, además de limpiar la zona de posibles bacterias.
  • Podemos frotar suavemente los ojos con un jabón para niños (que no pique en los ojos y con pH neutro) durante la ducha o al levantarnos. Esto nos ayudará a mantener la zona limpia y facilitar la regulación de las glándulas.

Existen otros tratamientos caseros que no son tan recomendables porque pueden dar problemas en caso de que el diagnóstico no sea el correcto. Por ejemplo, es habitual usar manzanilla en compresas tibias para la blefaritis, pero dependiendo del tipo que sea, puede ser efectivo o no.

Si tu blefaritis empeora, acude sin dudar a tu oftalmólogo/a que te recetará un tratamiento para blefaritis más específico y efectivo. Por ejemplo puede que necesites aplicar alguna crema, y en casos severos, pueden ser necesarios los corticoides.

  • Por último, se puede realizar un tratamiento de blefaroplastia si se tiene un exceso de párpado y nos impide ver correctamente.

Consejos de cuidado ocular para evitar que se vuelva a producir un brote

Como hemos comentado antes, la clave es ser perseverante en nuestras rutinas de higiene. Para evitar crisis posteriores de blefaritis, además de los tratamientos que hemos mencionado anteriormente es muy útil seguir los siguientes consejos:

  • Mantén una higiene de manos frecuente. Parece un detalle sin importancia pero nos tocamos los ojos sin darnos cuenta y esto puede ponérselo mucho más complicado a nuestros párpados, que ya tiene bacterias derivadas de la propia blefaritis.
  • Ten a mano lágrimas artificiales: las lágrimas ayudan a los ojos a deshacerse del exceso de grasa y además alivian los síntomas como el picor.
  • Toma alimentos ricos en ácidos grasos omega-3 y omega-6. Se han realizado numerosos estudios que demuestran que una dieta rica en esos ácidos grasos favorece el correcto funcionamiento de nuestras glándulas, incluyendo las de nuestros párpados. Descubre los alimentos ricos en omega-3 y alimentos con omega-6 en estos artículos.
  • Evita el maquillaje y, si usas alguno, asegúrate de que haya sido testado por oftalmólogos. Aquí tienes una selección de nuestros productos aptos para personas con los ojos más sensibles. Y por supuesto, ¡no olvides desmaquillarte!.

Mima tu mirada para que nunca falte ese brillo en tus ojos 😉

1 Comentario
  • Judith Silva
    Publicado en 21:56h, 09 noviembre Responder

    Hola parezco de blefaritis crónica atopica , por más cuidado que tenga no puedo evitarlo, a veces me brota. Estoy pasando una conjuntivitis,. Todo esto se desencadenó a raíz de una intervención de pterigión ojo izquierdo. Yo nunca antes había tenido problemas con mis ojos..

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